Cultivos ahogados por intensas lluvias

Los cultivos de maíz y frijol se están enfermando producto de las lluvias, lamentan productores de las partes bajas de Boaco.

Productores de frijol y maíz dicen que plantas se queman por las lluvias

Los cultivos de frijoles, sobre todo los que se sembraron en las partes bajas de Boaco, ya no aguantan más agua. El exceso de lluvia los está “aguachinando” o inundando y esto, además, provoca que las plantas se “quemen”.

Así lo aseguró David Sandoval, presidente departamental de Unión Nacional de Agricultores y Ganaderos de Nicaragua (UNAG), en Boaco.

Él además explicó que “el frijol es un cultivo delicado; más en esta etapa cuando la plantita nacida tiene de dos a cuatro hojas, es como un niño tierno”, ejemplificó.

Sin embargo, dijo que los que siembran en superficies planas son pocos, porque la mayoría lo hacen en laderas donde el agua se escurre.

ENFERMEDADES AFLORAN

El productor Leopoldo Obando, originario de la comarca San Diego, de Teustepe, dijo que en este momento —producto de las lluvias— los cultivos son afectados por enfermedades, se “queman” y no dan cosecha.

“Ya las tierras están pasadas de agua (saturadas) en comunidades como San Diego, El Espino, El Bálsamo, San Jerónimo. Ahí no hay que hacer, en la sequía nadie cosechó, todos los siembros se perdieron, y ahora es lo contrario, las pérdidas son por la lluvia. La esperanza es que los frijoles que sembramos de último los podamos lograr”, aseguró el productor.

Esta situación propicia que la requema negra —una enfermedad que afecta al cultivo— se lleve “todo el palo (tallo, follaje) y la vaina. No deja nada, queda limpio el suelo”, aseguró Obando.

De igual manera el maíz es atacado por la lapa o lapeado, una enfermedad que también se conoce como “achaparramiento”.

Esta enfermedad provoca un reducido crecimiento de la planta, hojas de color rojizo y con rayas amarillas, y cuando el ataque es grave las plantas no producen mazorcas, y si es leve las mazorcas quedan pequeñas y deformes.