Buffalo ya está sepultada por la épica y letal nevada, que podría dejar zonas con más de 2,4 metros (el equivalente a ocho pies de altura) de nieve para cuando termine.
Pero las penurias meteorológicas de la ciudad aún no han terminado. Las previsiones dicen que un rápido aumento de las temperaturas el fin de semana, con termómetros que podrían alcanzar hasta los 15 grados Celsius (el equivalente a 60 grados Fahrenheit) y la fuerte lluvia podría convertir toda esa nieve en inundaciones.
"Ésta es una situación extraordinaria", le dijo a los periodistas el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, tras realizar una visita por la región el miércoles y hablar con los transportistas que habían pasado más de 24 horas atrapados en la carretera. "Empeorará antes de mejorar", agregó.
Incluso para Buffalo, un lugar que normalmente se cubre de nieve, esta fue una nevada épica, el tipo de acontecimiento sobre el que se le habla a los nietos.
La zona de Buffalo quedó sepultada el miércoles por 1,6 metros (cinco pies y medio) de nieve, y se espera que la tormenta del jueves sume otros 60 centímetros (dos pies) de promedio a última hora del jueves.
"Éste es un acontecimiento histórico. Esta tormenta va a romper todo tipo de récords, y eso es mucho decir en Buffalo", dijo Cuomo.
La tormenta llegó tan rápido y con tanta fuerza sobre el Lago Erie a principios del martes que atrapó a más de 100 vehículos en un tramo de más de 210 kilómetros (132 millas) de la autopista estatal de Nueva York, que seguía cerrada el miércoles.
Tom Wilson, de West Seneca, compartió un filet congelado de Salisbury para cenar con sus compañeros de trabajo e hizo todo lo posible para descansar mientras pasó 36 horas atrapado en un almacén.
"Dormí en un palé. Después dormí sobre unas sillas de oficina, y después volví al palé", dijo. "Más tarde encontré unas esponjas para tumbarme. Encontré un paquete de esponjas sin abrir, y me pareció una almohada", añadió el hombre.
"Intentamos hacer palomitas con un listones de madera, un barril de soda, algo de carbón y un recogedor, pero no funcionó", señaló Wilson.
Otra singular historia es la de Bethany Hojnacki, quien en el peor momento de la tormenta terminó dando a luz en la estación de bomberos de Buffalo, luego de que ella y su marido no pudieran llegar al hospital. Aunque tanto la madre como la hija fueron trasladadas más tarde al centro de salud en una ambulancia.
Rescates y críticas
Cuomo dijo el miércoles por la tarde que todos los viajeros que quedaron atrapados habían sido rescatados de sus vehículos, aunque algunos camioneros prefirieron permanecer en ellos.
Consultado por los periodistas sobre cómo las autoridades pudieron dejar que algunas personas pasaran más de 24 horas atrapadas en sus vehículos durante la nevada, el gobernador dijo que se debió a que un tráiler cruzado sobre la carretera le impidió a las máquinas retirar la nieve que caía con rapidez y a las malas decisiones de los propios conductores.
"Lo que pasó fue que, aunque la autopista estaba oficialmente cerrada, la gente seguía entrando. Pero nosotros no bloqueamos ninguna entrada en ese momento, y esto fue un error", explicó Cuomo.
"Parte de esto es responsabilidad de los ciudadanos, porque si la carretera está cerrada, está cerrada", concluyó el gobernador del estado de Nueva York.
Se cree que la histórica tormenta provocó la muerte de ocho personas en el oeste de Nueva York, al menos cuatro de ellos por ataques al corazón.
Funcionarios del condado de Erie dijeron que hallaron a un hombre de 46 años en su automóvil, que estaba en una zanja y cubierto de nieve, a unas 24 millas al este de Buffalo. Aunque no estaba claro el motivo de su fallecimiento.
La tormenta azotó Buffalo en un día en que las temperaturas cayeron a números negativos (en grados Fahrenheit) en los 50 estados del país.
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