Aunque corta café, Anielka Martínez Centeno, no falta a la escuela. Ella trabaja en los cafetales porque le gusta ayudar a su familia y también promueve la educación en su comunidad. |
Esta semana Anielka Martínez Centeno, de 15 años, no fue a la finca donde corta café para ayudar a su familia. Ella tuvo que viajar por cuatro días a Nueva York, donde recibió el premio como la Mujer del Año, que entrega la revista Glamour , en el Carnegie Hall.
Ella no es una estrella de Hollywood. Tampoco goza de fama y mucho menos está en las filas de las personas más ricas e influyentes del mundo. Anielka apenas corta café en las plantaciones de El Tuma-La Dalia, en Matagalpa, pero su compromiso con la educación en su comunidad fue suficiente para viajar a los Estados Unidos y recibir este galardón.
103 adolescentes latinas recibieron el premio Mujer del Año que entrega la revista Glamour . En total fueron diez las galardonadas y proceden de Nicaragua, Honduras, Bolivia, dos de Estados Unidos, India, Nigeria, Vietnam, Kenia y El Congo.
Anielka es hija de un hombre que trabaja “en el monte”, así llama su mamá, Blanca Centeno, a la finca donde toda la familia va a cortar café o a llevarle la comida a los mozos del cafetal.
Con lo que ganan en el campo, admite Centeno, envían a la escuela a sus tres hijas. Anielka va los domingos al colegio San Francisco de Peñas Blancas, en El Tuma-La Dalia. Pero este es el último año que asiste a esa escuelas porque ahí la oferta llega hasta noveno grado.
Viajar en avión y conocer Nueva York fue un sueño. En medio de los “edificios, las luces y mucha gente” soñó y ahora está segura que después de los cafetales y las aulas de clases está “un mundo maravilloso” que debe perseguir.
Cada domingo Anielka asiste a la escuela. Cursa noveno grado y durante la semana, además de cortar café, lee cuentos a los niños de su comunidad y promueve la educación. |
Esa pregunta revolotea en su cabeza cuando está trabajando en los cafetales en vez de ir a la escuela todos los días, como lo hace la mayoría de los niños. Hasta antes del 10 de noviembre —día de la ceremonia de premiación— su única respuesta era “porque esto nos tocó”.
“Cuando las niñas crecen, las naciones prosperan. Es por eso que mi esposo y yo estamos muy agradecidos por el ejemplo que le has dado a las mujeres jóvenes de tu país y de todo el mundo”.
Escribió Michelle Obama, primera dama de los Estados Unidos a la adolescente nica, Anielka Martínez, mediante una carta.
La revista Glamour entregó el premio a Anielka porque “es una niña del campo que trabajaba cortando café para apoyar a su familia, pero esto no le ha impedido ir a la escuela y ser tutora de otros niños en Lectura. Vive en un pequeño pueblo rural y es líder en un programa del Centro de Servicios Educativos en Salud y Medio Ambiente (Cesesma), una organización socia local de Save the Children”.
“Dos días voy a cortar (café), otro día me quedo en la casa cuidando a mi hermanita o si no otro día, como a veces cocinamos para los mozos, entonces nos quedamos cocinando y como nos queda un tiempo entonces aprovecho para ir a la escuela (y leer cuentos a los niños). Ya en la tarde tenemos que ir a ayudar a mi papá para despulpar, secar y escoger (el café), pero sí buscamos un momento para no faltar a la escuela”, cuenta Anielka.
Cuando lee cuentos en la escuela hace mímicas y es muy expresiva porque quiere que los niños se enamoren de la lectura y que disfruten los cuentos. También participa en obras de teatro que exponen los problemas que aquejan a su comunidad. “El trabajo infantil, la violencia y la pobreza”, enumera sin titubeos.
Anielka Martínez Centeno junto a su mamá Blanca Centeno |
Doña Blanca Centeno, mamá de Anielka, quiere que su hija sea periodista y por eso, aunque todavía no sabe cómo hará para que la adolescente curse décimo y undécimo grado en el colegio de la comunidad La Mora —a treinta minutos de San Francisco de Peñas Blancas— dice que la apoyará.
“A veces me pongo a hacer negocios en la casa, hago pocicles, enchiladas y con esa ganancia —que son 10 o 15 córdobas— ya cuando ella va a salir le doy. Ella no me pide más porque sabe lo que hay y si no hay, ella no pide”, dice su mamá.
A Anielka le gusta “investigar bastantes cosas, me gusta saber lo que está pasando, me gusta leer mucho, me gusta escribir, soy curiosa y yo quiero ser escritora”, dice la adolescente, quien admite que en su casa acostumbran a comer arroz y frijoles y cuando no hay frijoles, solo comen arroz.
Por eso, estar en Nueva York fue un sueño. Se convirtió en la Mujer del Año, firmó autógrafos para niños de una escuela neoyorquina, posó para fotos de revistas internacionales y ofreció una entrevista para CNN en Español.
MUCHAS FELICIDADES SOY DE LAS PERSONAS QUE ME DA MUCHA ALEGRÍA CUANDO ALGUIEN COMO ELLA LUCHA,EL ÉXITO NO ESTA DE POR PREFERENCIA SINO POR EL ESFUERZO DE CADA DÍA .HOY EN DÍA SOMOS MAYORES Y LA INFANCIA QUE NOS UNÍA NOS SEPARO ,PERO DE CORAZÓN DESEO ÉXITO A ELLA Y MIS DE MAS COMPAÑEROS ,BENDICIONES.
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