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martes, 11 de noviembre de 2014

Buscan subsistencia del maíz y frijol




Promueven estrategia regional para adaptar esos cultivos a las nuevas condiciones climáticas
Teniendo en cuenta que los granos básicos constituyen la principal fuente para garantizar la seguridad alimentaria y nutricional de los centroamericanos y que las variaciones climáticas atentan contra la producción de estos alimentos, se impulsa una estrategia regional de adaptación de estos cultivos a los nuevos escenarios del cambio climático.

La estrategia basada en la investigación y el intercambio de información entre los países (Centroamérica y República Dominicana), asegurará la multiplicación y conservación de semillas y germoplasmas nativos y mejorados de frijol y maíz con mayor capacidad de adaptación y resistencia ante los efectos del cambio climático.

También promoverá la aplicación de tecnologías de bajo costo y accesibles que mejoren la productividad de estos cultivos, entre ellas: la reducción de la densidad de siembra del frijol, nuevos métodos para trillar frijol y desgranar maíz, el uso de inoculante para frijol, instalación y uso de riego de baja presión, identificación y manejo de plagas, protección y presecado de frijol cubriéndolo con plástico, cosecha temprana de maíz en casetas para secado y almacenamiento de granos, entre otras.

BASADA EN INVESTIGACIÓN


El proyecto llamado: “Estrategia regional para la investigación y adaptación de frijol y maíz dentro de escenarios de cambio climático (2013-2020)” promueve investigación e innovación, para garantizar la adaptación a la variabilidad climática, de los sistemas de producción de pequeña y mediana escala que se ven afectados por la alta vulnerabilidad de la región a períodos de sequía y a prolongadas épocas lluviosas.

Para Mario Aldana, representante del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) en Nicaragua, la formación de redes o consorcios será fundamental para el éxito de este plan, ya que cada país tiene fortalezas y debilidades y el intercambio de información entre las organizaciones involucradas facilitará el complemento de la información técnica requerida.

Además, la estrategia incluye varios proyectos en ejecución, que complementan las acciones que promoverá la estrategia regional. “Pero también lo hacen con el enfoque de redes y eso es lo que permite llegar a los pequeños y medianos productores a nivel regional”, apunta.

Para fortalecer la búsqueda de las variedades de semilla con mayor capacidad de adaptación, tanto a la sequía como al exceso de humedad, el plan incluye a todos los institutos de investigación de la región.

VALIDAN RESULTADOS


El futuro del clima

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), las series históricas indican que Centroamérica ya ha experimentado una alza promedio de aproximadamente 0.5 grados centígrados en los últimos 50 años.En el escenario menos pesimista, la temperatura promedio podría incrementarse en este siglo en 2.5 grados centígrados, con respecto al promedio del período 1980-2000. Y en el escenario más pesimista el alza podría ser de hasta 4.2 grados centígrados

.El alza de la temperatura provocaría un aumento de la evapotranspiración, lo que disminuiría la disponibilidad de agua y aumentaría el nivel de aridez en la mayor parte de la región.

De no adaptar estos cultivos a las nuevas condiciones climáticas, estas variaciones provocarían la reducción de entre el 4 y el 21 por ciento de la producción de maíz y una merma en la productividad del frijol.

También espera fortalecer las acciones de investigación con el Consejo Agropecuario Centroamericano (CAC), la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD), el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt), el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) y otras instituciones regionales e internacionales de cooperación y financiamiento.

En Nicaragua el Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (INTA) forma parte del grupo del técnico de innovación regional que se encarga de llevar a la práctica, para su respectiva validación, la información proporcionada por las instancias investigadoras.

“En este momento el IICA garantiza que la comunicación fluya a nivel regional… Esto garantiza que el agricultor disponga de información de precios, cultivos, variedades y tecnologías. Esto sirve como vehículo para el incremento y la sostenibilidad de la producción, porque entre más rápido le llegue la información al productor más oportunidad tendrá de hacerle frente al cambio climático”, explica Aldana.

Ya en la práctica, otro aspecto fundamental será el fortalecimiento de la extensión agrícola. Es decir la transferencia de conocimiento sobre la tecnología e innovación que garantizará la adaptación de estos cultivos a las nuevas condiciones climáticas.

IMPORTANCIA DEL MAÍZ Y FRIJOL


La  Cepal, en su informe “Impactos Potenciales del Cambio Climático sobre los  Granos Básicos en Centroamérica”, recomienda evaluar e invertir en medidas para asegurar la sostenibilidad y adaptación de las prácticas de producción de granos básicos en el largo plazo.

Esto porque la mayor parte de la producción de maíz y frijol, está en manos de pequeños productores, que viven en su mayoría en condiciones de pobreza con acceso limitado a servicios sociales y económicos. Pero que guardan un importante patrimonio de agrobiodiversidad y prácticas de producción relativamente sostenibles y adecuadas a las condiciones locales.

Esto los convierte en actores claves de la respuesta al cambio climático, pero al mismo tiempo los hace muy vulnerables al impacto de los eventos climáticos extremos, incluyendo huracanes, tormentas tropicales, sequías y otros estragos provocados por los fenómenos de El Niño y La Niña.

APOYO CONJUNTO

La Estrategia regional para la investigación y adaptación de frijol y maíz dentro de escenarios de cambio climático (2013-2020), ha recibido apoyo financiero del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Regional de Tecnología Agropecuaria (Fontagro) y es promovida por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), el Sistema de Integración Centroamericana de Tecnología Agrícola (Sicta) y forma parte de las acciones de seguimiento del Proyecto Regional de Adaptación de Maíz y Frijol al Cambio Climático en Centroamérica y República Dominicana (Pracca).



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