Maritza Lechado Castro
En San Ramón, la mujer primero dijo que a la niña se la llevaron los duendes.
Aun bajo investigación, Maritza Azucena Lechado Castro, de 29 años, está detenida en la unidad departamental de la Policía en Matagalpa por la muerte de su hijastra de 2 años y 5 meses, cuyo cuerpo fue desenterrado la noche de este domingo en un plantío de malangas de la finca La Esperanza, en la comunidad La Chocolata, del municipio de San Ramón.
Inicialmente, la mujer reportó la desaparición de la niña, pero con argumentos fantasiosos señalaba que “unos duendes” pudieron llevarse a la pequeña Virginia del Carmen Aguilar Molina o que la mamá biológica de esta, fallecida hace dos años, se la había llevado.
Pero, “cuando uno tiene un problema así, no halla cómo salir”, dijo Lechado , justificando los argumentos que brindaba a su compañero y padre de la niña, Martín Aguilar.
Aunque la mujer dice que la niña murió el miércoles 5 de noviembre, el jefe departamental de la Policía, comisionado mayor Martín Solórzano, señaló que esa entidad fue avisada hasta las 10:00 a.m. del sábado 8 de noviembre sobre la desaparición de Virginia del Carmen.
De acuerdo con el mando policial, un equipo que incluyó a psicólogas de la Comisaría de la Mujer y la Niñez, para efectos de entrevistar a las hermanitas de 7 y 9 años de Virginia del Carmen y tras las investigaciones, a las 5:00 p.m. del domingo, determinaron que la niña había fallecido y que el cuerpo estaba en los fangales del plantío de malangas a unos trescientos metros de la casa.
La forense Madalym Lucía Valdivia fue al sitio y realizó la autopsia, sin que hasta ahora haya determinado qué provocó la muerte de la niña. Señaló que de la autopsia aún debe esperar los resultados de Toxicología y Patología.
Lechado argumentó a la Policía que se disponía a bañar a la niña, pero que la halló fallecida y “por temor hasta ahora infundado pues la fue a botar e informó que la niña se había desaparecido”, comentó el mando policial.
Martín Aguilar, padre de Virginia del Carmen, enviudó cuando la niña estaba recién nacida, mientras sus hijas mayores tenían 7 y 5 años. Emigró a Costa Rica, donde conoció a Maritza Azucena Lechado Castro, de 29 años.
Ella trabajaba como doméstica y hace “como cinco meses” regresaron a La Chocolata, San Ramón, donde sostenían una relación de hecho estable, confirma Lechado.
DICE QUE ESTABA ENFERMA
Maritza Azucena Lechado Castro, de 29 años, dijo que la niña murió porque “estaba enferma ya, tenía infección vaginal, fiebre, anemia, azúcar en la sangre y me habían dicho eso en el hospital ( ). Tenía cita otra vez para un jueves, pero no la traje porque no teníamos reales.”
Insistió en que por miedo a su marido decidió sepultar el cuerpo de la niña y “pensé que era lo más fácil ( ), no pensaba decir en el momento, pero mejor decir la verdad y no me arrepiento de estar aquí (presa) porque uno tiene que pagar por lo que uno hace”. Alejandro Gutiérrez Leiva, dueño de la finca donde la pareja vivía con las tres niñas dijo: “me extrañé porque esa niña estuvo en el hospital y ella la llevaba en brazos como que fuera la mamá, le dije al hombre que era raro encontrar una madrastra que quisiera a los niños”.
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