Se encontraron once cadáveres mutilados jueves en una fosa común en el suroeste de México. Los cuerpos fueron descubiertos en el mismo estado en el que fueron secuestrados y masacrados 43 estudiantes desaparecidos en septiembre, informó The Guardian.
El descubrimiento se produjo apenas unas horas antes asediado presidente Enrique Peña Nieto se comprometiera a reformar la estructura de la policía de México y erradicar la colusión entre las fuerzas del orden, funcionarios políticos y de las bandas de narcotraficantes.
"México no puede seguir así", dijo Peña Nieto. "Después de Iguala, México tiene que cambiar. Nuestro país ha sido sacudido por la crueldad y la barbarie".
Si México cambia, una cosa está clara: Se necesitara más que Peña Nieto solo para poner la democracia del país de nuevo en marcha.
Peña Nieto ha estado bajo presión después de protestas masivas a raíz de la desaparición de los 43 estudiantes en el estado de Guerrero en México. Los manifestantes prendieron fuego a principios de este mes a la puerta de madera del palacio ceremonial de Peña Nieto en la Ciudad de México para exigir justicia de los estudiantes y la desaparición de miles de mexicanos.
Más de 100.000 personas han sido asesinadas en México desde 2006, cuando el entonces presidente Felipe Calderón lanzó una campaña militarizada contra los narcotraficantes del país. Es la colusión entre los cárteles de droga mexicanos y funcionarios públicos que se manifiesta en decenas de miles de personas desaparecidas, y la tolerancia pública para el ciclo en curso en el país de la violencia alcanzó un punto de inflexión con la desaparición de los 43 estudiantes.
Esto no es sólo un problema para México, sino para los EE.UU. también. Carteles viciosos de México representan una mayor amenaza para la seguridad nacional; de las amenazas más siniestras como el Estado Islámico: Si bien se estima que 9.000 civiles murieron y 17.386 resultaron heridas en Irak en 2014, los miembros de los cárteles de drogas mataron a más de 16.000 personas en México en 2013 , con otras 60.000 personas que murieron entre 2006 y 2012, "un ritmo de más de un asesinato cada media hora durante los últimos siete años", según Al Jazeera América.
No es sólo la violencia los EE.UU. que debe preocupar. México es un importante proveedor de heroína al mercado de Estados Unidos y su mayor proveedor de metanfetaminas y marihuana: Según el Departamento de Justicia, la producción de estas tres drogas aumentó en los últimos 10 años, y más del 90% de la cocaína viaja a través de México y en los EE.UU.
"La violencia de los cárteles se extiende mucho más allá de México gracias a fronteras porosas, transnacionales del mercado de drogas" de Mic Coleen José escribió, comparando el Estado islámico y narcoterroristas de México. "Y mientras ataca la psique americana, los carteles atacan ciudadanos estadounidenses y sus carteras."
La responsabilidad no puede simplemente descansa con Peña Nieto - los EE.UU. deben reorientar su energía sobre la crisis creciente al sur de la frontera. Después de todo, los EE.UU. es en parte responsable de lo que sucede en México.
"Estamos financiando colectivamente esta guerra", escribe Christy Thornton en Al Jazeera América. "Nuestros impuestos, en forma de ayuda en seguridad, proporcionan el equipo, armas y entrenamiento a indicar las fuerzas de seguridad responsables de una hoja de antecedentes penales cada vez más larga de abusos contra los derechos humanos. Hábitos de drogas de Estados Unidos, en la forma de un mercado insaciable de narcóticos, marihuana y anfetaminas, proporcionan el dinero líquido que ha demostrado ser tan corrosivo cuando se ha entrado en contacto con todos los niveles del estado mexicano.
"Esta es nuestra guerra, sobre nuestros medicamentos Hemos creado el México de la que ahora nos distanciamos -.. Pero no podemos darnos el lujo de dar la espalda por más tiempo"
La crisis en México es cada vez peor. Y le toca a los EE.UU. a tomar responsabilidad por empujando nuestro vecino del sur en la dirección correcta.
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